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Yucatán, cultura, playa y aventura en la civilización maya.

Un viaje a México no podía comenzar mejor que por la península del Yucatán, cuna de la cultura Maya, playas, buena temperatura y buena gente. No te pierdas esta entrada.

Viaje a Yucatán.

Comienza el viaje a Yucatán, México. Hemos llegado al aeropuerto de Cancún. Después de mucho leer íbamos con algo de precaución, el acoso que nos anunciaban muchas webs no fue tal. Un aterrizaje tranquilo y una salida del aeropuerto también muy tranquila.

Skyline de la zona hotelera de Cancún al atardecer.
Skylne en la Zona hotelera de Cancún

Habiamos reservado un auto desde el aeropuerto, con MEXCAR. Una de las comerciales en el aeropuerto nos indicó muy amablemente dónde estaba la oficina de recogida de vehículos. Al llegar había una fila inmensa, tuvimos que esperar más de una hora a que nos atendieran. Al final nos dieron el coche con más rayas que una cebra. Como habíamos cogido el seguro a todo riesgo no nos  importó demasiado.

Después de una hora larga salimos del aeropuerto hacia nuestro apartamento en Cancún. Comenzaba nuestro viaje a Yucatán, México.

Cocotero con una roca al fondo en una playa del complejo arqueológico de Tulum. Viaje a Yucatán
Cocotero en las Playas de Tulum

Cancún.

No nos gustan mucho los resorts así que decidimos alquilar un apartamento con Airbnb más cerca del pueblo. Tampoco conocíamos Cancún y nos pareció una buena idea. Error de principiante, si no te gustan los resorts no vayas a Cancún.

En primer lugar hay que destacar que la temperatura es muy agradable, estamos en el Caribe. Necesitamos ropa ligera, crema solar y antimosquitos que supongo que llevaréis en el viaje. Por si acaso os dejo el enlace a la página «imprescindibles para viaje», aunque, probablemente, ya lo llevéis.

Cancún tiene dos zonas bien diferenciadas, la zona hotelera, una gran barrera de playa separada por una laguna de la costa y el resto del pueblo, más al interior y sin playa.

Zona hotelera.

La zona hotelera tiene, hacia el este, una serie de complejos hoteleros con acceso a la playa. Zonas privadas con sus restaurantes, hamacas y parasoles del complejo que elijáis. Al otro lado, al borde de la gran laguna muelles para barcos, restaurantes con vistas estupendas y algún que otro complejo, pocos.

Por el centro, separando la playa de la laguna, en las zonas un poco más anchas, una gran avenida con centros comerciales y restaurantes. Para los que vayáis sin coche hay  autobuses públicos.

A la zona hotelera se puede llegar por el sur antes de llegar a Cancún o desde el norte por el mismo Cancún. La vista es la misma, al ir por el interior, rodeado de edificios no se ven ni el mar ni la laguna. Un 0 para el «Road Trip».

Bueno, en cuanto al alojamiento, el apartamento no estuvo mal, teníamos aparcamiento en la puerta (no privado) y estábamos cerca del mercado 28 y el Parque de las Palapas. Además, situado en la entrada de la zona hotelera lo que a la postre fue lo menos interesante.

Mercado 28, patio de comidas. Cancún. Viaje a Yucatán
Mercado 28. Cancún.

Una vez en el apartamento, a través de combinaciones de números y claves para obtener las llaves entramos en el apartamento. Podría decir que la recepción fue fría pero no la hubo.

Una vez instalados, dejamos los bártulos y nos fuimos a la playa. Bueno, a uno de los restaurantes del «InterContinental: Presidente Cancun Resort», escogido casi al azar  a través de las típicas reseñas de internet. Buen servicio, pero la comida nada del otro mundo. Eso sí, junto a la playa, con buenas vistas y tranquilidad. De relax después del viaje.

Luego paseamos por la playa, típica actividad playera donde las haya. Como ya os he dicho en alguna ocasión, no me va tanta hamaca y eventos en la playa.

Después del baño, ducha en el apartamento y salida al Parque de las Palapas.

Zona interior.

En el interior se encuentra el pueblo de Cancún. Tiendas pequeñas, algún supermercado más o menos grande y las casas de los lugareños salpicadas de pequeños hoteles y apartamentos vacacionales. Otro ambiente, menos glamur. Sin embargo os dejo dos sitios imprescindibles

Parque de las Palapas.

Gente frente a los puestos de comida del parque de las Palapas. Cancún.
Parque de las Palapas

¡Qué ambientazo! Un montón de puestecitos con comida, souvenires, atracciones para niños… Mucha gente local y unos cuantos turistas pero el ambiente era genial. Sólo están los fines de semana. El resto de los días no hay ese ambiente.

Después de dar unas cuantas vueltas y curiosear por los puestos y comprar algún recuerdo paseamos por las calles de alrededor. Multitud de restaurantes con camareros que llaman tu atención para que consumas en su establecimiento.

Fuimos a parar al Gory Tacos, en la calle Tulipanes. Bueno, simpático y barato. El dueño es un espectáculo, pendiente de ti en cada momento y muy simpático. Llegamos en la happy hour por lo que la cena salió redonda.

Al terminar, regresamos dando un paseo por la avenida Tulum. En esta avenida que también está muy concurrida hay puestos de artesanía terrazas y bares para pasar un buen rato.

Con esto acabamos nuestro el primer día en Cancún.

Mercados.

Al día siguiente comenzamos muy bien el día, desayunando en el mercado 28. Un desayuno muy económico y abundante. Nos dieron una muy buena referencia del mercado 23 un lugar para comprar fruta, carne, pescado y enseres para el hogar. Frecuentado básicamente por lugareños. También se puede tomar el desayuno en un ambiente mucho más local.

Mercado 23. Cancún

Alrededor también hay tiendas con artículos de regalo para fiestas, flores,… merece la pena dar una vuelta.

El mercado 28 es más un mercado de recuerdos y restaurantes, ha cedido su carácter de mercado en favor de un centro comercial para turistas como nosotros. Aun así, tiene su encanto y se come bien.

En los alrededores hay algunos locales en los que sirven comidas, están bastante bien para un desayuno o merienda fuera del mercado, sin agobio de los vendedores de tours, comidas y lo que sea. Nosotros desayunamos en Casa de Nana, en Avda Xelha, un día que se había inundado la zona de restaurantes. De casualidad, dimos con unos desayunos caseros espectaculares. Un éxito. Lástima que ese era nuestro último día en Cancún nos íbamos hacia Mérida.

Tulum, Yucatán.

El segundo día, después de desayunar en el mercado 28, siguiendo nuestro viaje a Yucatán tocaba ir a Tulum y su zona arqueológica. A casi dos horas de Cancún las ruinas de Tulum fueron nuestro primer contacto con la cultura Maya.

Complejo arqueológico de Tulum, Yucatán.

Nos decepcionó un poco el tema del complejo arqueológico de Tulum, un paseo, entre las ruinas y mucho vendedor de tours y guías. La verdad es que no merece mucho la pena, no puedes acercarte ni entrar a los principales monumentos. Tampoco a las playas del complejo. Además, las pirámide, templos y otras construcciones no son como en las fotografías de las guías. Pierden mucho presencialmente. Si no tienes mucho tiempo es una visita prescindible. Hay otras zonas arqueológicas mucho mejores y mejor conservadas.

Vista de un de los templos de la zona arqueológica de Tulum desde el mar.
Ruinas de Tulum desde el mar.

Al entrar de las ruinas tomamos un tour para verlas desde el mar y hacer snorkel. Ni tour ni nada, un paseo en barco hasta las ruinas y punto. Los tripulantes de la barca ni idea de la  cultura Maya ni de sus ruinas.

Consejo: reservar los tours de barca en la playa, son más económicos y se pueden negociar, nosotros lo cogimos antes y pagamos de más.

Snorkel en Tulum.

En cuanto al snorkel, menuda banda de desalmados, los tripulantes de las lanchas dando de comer a las mantarrayas y tortugas para luego cogerlas y subirlas para que los grupos de turistas se hagan fotografías. No puedo con eso. Sin darles de comer probablemente con la cantidad de gente que va ni se les ocurriría acercarse. Turismo de calidad lo llaman los hosteleros.

Si hacéis este tour, cuidado con los lancheros, pasan junto a ti a escasos centímetros sin ningún miramiento.

Salimos con malas sensaciones y, como no nos gustó lo que vimos decidimos llamar a unos amigos que viven por la zona. Ni vimos Tulum, ni otras atracciones o parques temáticos que hay por la zona. Simplemente no me gusta el maltrato animal.

Bueno, al acabar esta aventura tuvimos un rato de relax. Aunque nos recomendaron la cena en El Camello Jr fuimos a ver a unos amigos que estaban por la zona y aprovechamos para cenar en el restaurante de un hotel junto a la playa (recordad, acceso privado) Pocna Tulum Hotel, Beach Club & Restaurant.

Plato de pulpo a la brasa en el hotel Pocna Tulum.
Pulpo asado en Pocna Tulum

El sitio maravilloso, una entrada impresionante por un camino estrecho con muros a ambos lados que te deja en la playa. El gerente, de 10, súper amable y el pulpo a la brasa espectacular, eso sí, en precio se sale de la media ¡Pero qué bueno!

Ya en la noche, después de despedirnos de nuestros amigos de vuelta a Cancún. Fin del primer día de estancia en la Península del Yucatán.

Cozumel. Yucatán.

Al día siguiente debido a un pequeño inconveniente tuvimos que abortar la «misión Isla Mujeres» no puedo comentar nada aunque tenía buena pinta. La próxima no se nos escapa.

Bueno, aprovechamos para planificar y contratar la salida de buceo en Cozumel. Experiencia muy recomendable en tu viaje a Yucatán.

Para llegar a Cozumel se coge un ferry en Playa del Carmen. Salen desde las 7 de la mañana. Hay diferentes compañías por lo que es aconsejable comprar billetes de un solo trayecto así, a la vuelta, no tienes que esperar al ferry de la compañía que contrataste y tu viaje es más flexible.

Buceo y snorkel.

El buceo en Cozumel es en corriente y a la deriva, para principiantes como yo es una nueva experiencia pero muy, muy interesante. Yo estuve en el sitio de buceo llamado «Paso del Cedral». Zigzagear entre las rocas me encantó. Fui a otra zona de buceo pero no recuerdo el nombre, lo pedí después a la escuela pero no he obtenido contestación. El lugar y el buceo fueron parecidos.

Ferry a Cozumel desde Playa del Carmen. Viaje a Yucatán
Ferry a Cozumel

La riqueza del fondo no es la más abundante en fauna que he buceado (soy novato, aviso) pero hay bastante vida a una profundidad de unos 20 metros aunque las especies  típicas de arrecifes no son muy grandes. Corales, por supuesto, peces globo, tiburón, alguna morena, langostas y peces de pequeño tamaño. Tengo que hacerme con una buena cámara. Ya me aconsejaréis.

Para snorkel os aconsejo que no vayáis en las mismas excursiones que los buceadores, contratadlas aparte. En los lugares de buceo puede que no haya tanta riqueza marina cerca de la superficie. En todo caso es uno de los imperdibles de vuestro viaje a Yucatán.

Playas de Cozumel.

Durante el descanso entre inmersiones llegamos a una playa privada que nos cautivó y, al terminar, allá que fuimos. Por unos 90 pesos mexicanos tienes la entrada y la obligación de gastar unos 10 USD. Puedes pagar por un todo incluido durante todo el día. Pensar que son como piscinas con servicio de restaurante, bar, coctelería…

De hecho hay bastantes complejos como este, la diferencia básica es el precio y la cocina. Todos tienen servicios de restauración, piscinas y sus servicios, actividades acuáticas que incluyen kayak, paddel surf, motos de agua, hinchables en el agua, masajes… Según el que escojáis más o  menos servicios y algunos con un extra. ¡Ah! Cuidado con el horario, no son españoles.

Después de darnos un buen baño y relajarnos un poco después de la excursión cogimos un taxi que nos acercó al pueblo. Pagamos 250 pesos mexicanos, por supuesto, negociando el precio, .

El pueblo no es muy grande, una plaza rodeada de restaurantes y tiendas de recuerdos justo frente al puerto. El puerto está preparado para albergar cruceros por lo que si hay más de uno la cantidad de turistas puede ser elevada.

Playa del Carmen.

A la vuelta, en Playa del Carmen, nos sorprendió el ambiente, actuaciones en la plaza junto al puerto y la playa, animación callejera y la que llaman «5ª Avenida», una calle paralela a la playa llena de tiendas, restaurantes y todo tipo de vendedores. Súper animada y llena de vida, nada que ver con Cancún. Si prefieres algo más que hotel y playa es, sin duda, un sitio para alojarse unos días.

En las playas, restaurantes y locales de copas y baile, muy animadas. Puedes tomar unas cervecitas mientras cae la noche. Nosotros, bien aconsejamos tomamos una cerveza con un guacamole en Zenzi beach en la playa, al final de la calle 10 Norte escuchando uno de los conciertos que organizan. Un lugar ideal para después del turisteo.

Plaza junto al Puerto de Playa del Carmen. Yucatán, México
Plaza junto al puerto de Playa del Carmen

Volvimos a Cancún y cenamos en el krudo Raw Bar & Grill, en la zona hotelera. Buenas vistas y el menú un poco caro, la gente muy puesta eso sí. También tienen cócteles. Un lugar muy cuco para ver el atardecer o para comenzar la noche.

Al día siguiente tocaba ir a Mérida, de camino Chitzen Itza e Izamal. Antes de salir, un buen desayuno en los alrededores del mercado 28, Casa de Nana ya sabéis.

Complejo arqueológico de Chitzén Itzá, Yucatán.

Siguiendo con nuestro viaje a Yucatán, cogimos la autopista hacia Mérida, todavía en construcción, para llegar a Chitzén Itzá. Para nuestra sorpresa (tip) el pago en las autopistas de México es en efectivo. Llegamos hasta donde nos llegó el dinero que llevábamos  y luego por la carretera. Toda una experiencia que no nos supuso grandes retrasos.

Después de la aventura por la carretera llegamos a Chitzen Itza. Una de las mejores aproximaciones a las cultura Maya gracias a nuestra guía Fabiola. Una orgullosa descendiente de los Mayas que, aparte de ofrecernos sus conocimientos de su cultura nos dio una serie de recomendaciones de libros, lugares que visitar y donde se puede tomar una buena comida recién hecha que comparto con vosotros un poco más abajo.

Chitzén Itzá. Yucatán. Templo de Kukulcán.
Templo de Kukulcán

En el área de visita había mucha gente haciendo fotos y llamando al puma que habita (por lo menos en espíritu) en las grandes construcciones Mayas. No sigo con la descripción de las ruinas porque la información más precisa la tenéis en la lista de libros y links que os dejo más abajo.

Por lo demás muchas tiendas de regalos y recuerdos dentro de las excavaciones y un detalle negativo, no se puede ni entrar ni subir a ninguna de las construcciones. Si queréis fotos arriba tendréis que hacer montajes fotográficos. Un poco tramposo pero si os hace ilusión ¡Adelante!

Izamal.

Al salir, aunque cierran pronto, los cenotes alrededor de Valladolid cierran antes, así que no pudimos ir a verlos con tranquilidad y decidimos dejar estos cenotes para otra ocasión y visitar algún otro en Mérida, nuestro próximo destino en la península de Yucatán.

Paramos a comer en el pueblo de Pisté de Chitzen Itzá siguiendo las instrucciones de Fabi, nuestra guía. Teníamos un poquito de hambre y, aunque al principio del pueblo hay unos cuantos restaurantes, Fabiola nos aconsejó uno a la salida Luna Café  un sitio tranquilo, donde la comida es casera, bocadillos para todos, veganos y no tanto, hechos al momento con un sabor exquisito y en un lugar encantador. Se entra por el interior de un parking. Recomendado 100%

Como se frustraron un poco nuestros planes seguimos camino hacia Izamal, la ciudad amarilla ¡Vaya sitio espectacular! Un colorido maravilloso.

Convento de San Antonio de Padua y alrededores.

Llegamos al caer la tarde los colores se realzados por las luces del ocaso nos brindaron un espectáculo maravilloso. A la entrada hacia el Parque 5 de mayo donde se encuentra la entrada principal al convento de San Antonio de Padua entendimos por qué se le llama la ciudad amarilla. Nos quedamos mudos de asombro. Esos tonos no parecen reales.

La parte de atrás de convento recuerda los castillos y palacios ingleses y escoceses. Será por el atardecer, otro motivo no encuentro.

Otra de las cosas que me llamó la atención fue el tremendo árbol (creo que era un ficus) de la Plaza México Creo en ti. Ocupa, literalmente, toda la plaza así que en los ratos de más calor debe estar concurrida.

Fachada del Convento de San Antonio de Padua. Izamal en Yucatán
Convento de San Antonio de Padua. Izamal

Al otro lado del convento, se encuentra la Plaza Izamal y su parque dedicado a Itzamna, el dios maya del cielo. Bares, restaurantes y pequeños comercios de artesanía textil bajo los porches rodean la plaza Por lo que acabamos la visita haciendo alguna compra en una de las tiendas de artesanía. Más económica que en Mérida.

Junto al convento, en la misma plaza, carruajes tirados por caballos esperan para dar una vuelta por la ciudad a los turistas. Como no nos gusta mucho ese tema pasamos y nos marchamos hacia Mérida no sin antes dar un par de vueltas por la ciudad debido a un despiste en la orientación. Cosas que pasan. Por cierto, parecía muy animada la ciudad.

Merece la pena desviarse del camino para ver la ciudad.

Mérida.

Llegamos por la noche, a la hora de la cena, nos alojamos en el Art 57 Hotel, muy bien situado, tranquilo y cerca de las calles más animadas. Cogimos una habitación con una piscinita (2×2) que no pudimos utilizar porque el agua estaba helada y no era muy agradable. Sin embargo utilizamos la piscina exterior, el agua estaba a buena temperatura aunque tampoco era muy grande. Dio para un chapuzón, eso sí, al día siguiente.

En cuanto a la habitación, limpia pero necesita mejorar en cuanto a mobiliario. Tuvimos que reclamar toallas. Por lo demás, bien. El desayuno, si quieres huevos, es un extra, no es mucho pero hay que pagarlo aparte. que somos de desayunar fuerte pagamos el extra.

Detalle de un relieve de un templo maya. Una persona sale de la boca de una serpiente. Uxmal.
Detalle del relieve en un templo Maya

El personal muy amable y atento a nuestras demandas. Nos dejaron aparcar frente al hotel y nos dijeron que avisarían si pasaba la policía. Nunca pasó. Pero fue un detalle.

Parque Santa Lucía en Mérida.

Bueno, al lío, nada más llegar dejamos las maletas y fuimos a buscar un lugar para cenar. Fabi nos dio un par de recomendaciones que, por supuesto, seguimos ya que las anteriores fueron un acierto. A 10 minutos caminando llegamos al Parque Santa Lucía en la calle 60. Cenamos allí en uno de los restaurantes de la plaza, la Trato Santa Lucía, tomamos unos cócteles y algo de picar. Después del viaje estábamos cansados y no apetecía más.

Por cierto, el camarero nos indicó un cenote «El Cenote Kankirixche» que visitaríamos al día siguiente, solo va la gente de la zona y se puede bucear. Para la próxima.

En el Parque Santa Lucía, todas las semanas hay conciertos. Un kiosco en el centro preparado para los eventos hace de la plaza un lugar ideal para escuchar un concierto. La plaza está porticada, en los porches media docena de restaurantes os atenderán gratamente. Eso, si encontráis sitio.

Al día siguiente habíamos decidido ir a ver la zona arqueológica de Uxmal, dejando las visitas y paseos por Mérida para la tarde noche.

Complejo arqueológico de Uxmal, Yucatán.

Templo en la zona arqueológica de Uxmal. Mérida. Viaje a yucatán
Zona arqueológica de Uxmal

A Uxmal llegamos pronto, no había mucha gente y durante la mayor parte de la visita paseamos tranquilos por la zona luego llegaron autobuses con excursiones pero tampoco fue agobiante.

Durante la visita pudimos entrar al algunos recintos de las pirámides y, como ya teníamos un conocimiento básico sobre la cultura Maya, no nos hizo falta la visita guiada. Las construcciones estaban muy bien conservadas y se podía apreciar toda la riqueza de esa cultura prehispánica a pesar de que algunas parates estaban cerradas, pregunté y me dijeron que por mantenimiento. El lugar es precioso y merece la pena visitarlo.

Igualmente podéis seguir la ruta PUUC. Esta ruta os permitirá conocer más de la cultura maya a través de unas zonas arqueológicas más pequeñas, menos conocidas pero igual de interesantes.

Cenotes.

Cenote de Kankirixche

Al salir nos fuimos para el Cenote Kankirixche. El cenote está en Abalá, hay que coger un desvío en la carretera que lleva a Mérida. El cenote resultó ser una decepción. Un lugar al que se llega por un camino y está abarrotado de gente. El cenote es bonito pero viendo que por la zona hay más, no os lo aconsejo. He visto fotos de los cenotes de la Hacienda Mucuyché y creo que los probaré la próxima vez que venga, están muy cerquita. Es otra cosa.

Por cierto, en la ciudad de Mérida también hay algunos cenotes que se pueden visitar.

Comer en Mérida.

Volvimos pronto, a la hora de comer, bueno, un poco más tarde pero con hambre. Comimos en el restaurante La Tradición, en la calle 60, un poco alejado del centro pero la comida, típica y tradicional del Yucatán está hecha con gran esmero y cuidado.

De los distintos platos que probamos, alguno incluso fuera de carta, voy a destacar dos, aunque este restaurante nos dejó definitivamente enamorados de la cocina mexicana. Primero tomamos un recado de pepitas de calabaza que se utiliza para los papadzules. Deliciosa especie de guacamole de semillas de calabaza tostadas que no estaba en la carta. Lleva mucho trabajo y no lo hay siempre si se llega al lugar hay que preguntar por él.

Plato de cochinilla enterrada en el restaurante la tradición. Mérida
Plato de Cochinilla enterrada

Otro de los platos que nos gustó y que no es habitual en todo el Yucatán es la «cochinita enterrada», un plato con cerdo como ingrediente principal que se cocina enterrado en el suelo. Es parecido a la «cochinita pibil» pero la carne se cocina de esa manera. Nos contaron en algunas personas que es una tradición que pasa de padres a hijos y que se realiza normalmente en familia. Bueno, como veréis comimos de 10.

Después de comer, volvimos a darnos un chapuzón en la piscina del hotel y prepararnos para el plan de noche, concierto en la plaza Santa Lucía y Cena en paseo de Montejo.

Paseo de Montejo.

Los planes son una cosa y lo que hacemos es otra, a veces incluso coinciden. En este caso no. Llegamos tarde al concierto así que fuimos al Paseo de Montejo. Caminar por el paseo admirando los edificios con el ambiente tranquilo que se respira por la noche fue todo un placer.

Vista de uno de los palacetes de estilo renacentista francés iluminado en el paseo de Montejo. Mérida, viaje a Yucatán.
Paseo Montejo

Los edificios son de estilo Francés Renacentista. Villas que han pasado de residencias a sedes de bancos, restaurantes y discotecas. Iluminados por la noche son un espectáculo de color.

Recorrimos el paseo parando en «las sillas confidentes» una especie de bancos para dos con los asientos confrontados de forma que ves la cara de tu compañero. Perfecto para conversar de tú a tú, de hecho uno de sus nombres es «Tête á Tête». Os dejo una historia sobre estas sillas confidentes, es curiosa. Supongo que no habría conversaciones en grupo o se hablaría en otros sitios.

Cenamos en uno de los restaurantes del paseo y volvimos caminando al hotel para, al día siguiente volar para Ciudad de México que ya no es DF.

Información sobre los Mayas.

Para los que queráis investigar sobre la civilización Maya aquí tenéis unos enlaces para empezar:

2 thoughts on “Yucatán, cultura, playa y aventura en la civilización maya.

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