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Isla de Isabela, Galápagos. Una joya en el paraíso.

La Isla de Isabela es la isla con mayor expansión en Galápagos. Es, desde mi punto de vista, la isla con mayores posibilidades para ver, tanto la flora y la fauna, como la orografía y la historia del archipiélago.

Bahía de la Isla de Isabela, Galápagos desde el mirador de las lágrimas
Bahía de Isabela

Cómo llegar

Para llegar a Isabela es preciso coger un barco en Puerto Ayora que cuesta, negociando un poco, 25 USD.  Tenía un aeropuerto pero ya no funciona.  No sé si para avionetas está operativo. Además de lo que cuesta la lancha, hay que pagar 1 USD por el uso del puerto, 0,50 USD del taxi y, al llegar a Isabela, 1 USD del taxi y 5 USD por entrar a la isla.

Como veis el costo siempre sube, a la vuelta solo hay que pagar los taxis y el uso del puerto en Puerto Ayora.

Una vez en Isabela, una camioneta, por 1 USD os acercará al hotel. Algunos hoteles lo incluyen en el precio. Nosotros nos alojamos en el Grupo San Vicente y lo incluía.

Puerto Villamil

Puerto Villamil es la población habitada de la isla de Isabela, Galápagos, un pueblo tranquilo, con una plaza central con muchos restaurantes y las calles, casi todas de tierra. El mercado es pequeñito y no hay más de 4 puestos.

Nada más llegar nos damos cuenta que el ambiente es diferente a Puerto Ayora, apenas hay tiendas de recuerdos o joyerías como en Puerto Ayora. La vida discurre lentamente.

Hay muchas panaderías y pequeños supermercados. Alojamientos también. Una cancha de futbol sala siempre llena con una u otra actividad.

Qué hacer en la Isla de Isabela

El Muro de las Lágrimas

Muro de las Lágrimas, muro de piedras realizado por presos.
Muro de las Lágrimas

Una vez en el hotel, deshechas las maletas, y medianamente instalados, fuimos a inspeccionar el lugar, y alquilar una bicicleta para hacer el camino al Muro de las Lágrimas. Una inútil construcción para tener ocupados a los presos que hubo en Isabela cuando era una prisión. Ahora, es un lugar turístico ¡Qué ironía!

El alquiler de las bicicletas costó 10 USD por 4 horas, medio día, tiempo de sobra para realizar la excursión y hacer una visita al pueblo.

Desde la plaza tomando la calle paralela al mar o por el camino, o calle, que va pegado al mar en dirección opuesta al camino de llegada a Puerto Villamil. Pedaleamos durante unos 10 minutos dejando a la izquierda las playas donde los surferos disfrutan de las olas, llegamos a la puerta del parque. Es preciso registrarse. El acceso es gratuito.

Siguiendo por el camino, a la izquierda y derecha del camino tenemos numerosos puntos donde detenernos a observar diferentes paisajes, darnos un baño o ver túneles de lava. Es un paseo increíble para disfrutar de la isla. En las horas de calor es preciso tener cuidado.

El camino a la ida es cuesta arriba, suave pero después de un rato pedaleando puede costar un poquito. Las personas que alquilan las bicicletas te avisan de que es fácil pinchar. A nosotros nos pasó, pinchamos una de las bicicletas, y hubo que ir andando hasta la entrada al parque. Allí vinieron a buscarnos en camioneta.

Bicicleta en un puente en el camino de las lágrimas
Camino del Muro de las Lágrimas

Desde la caseta de entrada en una media hora, sin paradas, llegamos al muro de las lágrimas. Decidimos hacerlo así para volver y ver todas las atracciones sin pedalear mucho.

Por el camino, grandes tortugas nos hacen parar varias veces, cruzan y andan por el camino junto a los turistas que van al muro. Arriba del muro, tras una larga pendiente, hay un mirador. «El mirador de las lágrimas» desde el que se puede ver la isla de Isabela y otras de Galápagos, una vista espectacular. Si tenéis la suerte de estar solos podéis sentir el silencio y la paz del lugar.

A la vuelta, otro mirador, la playa de El Estero, entre manglares, La Playa del Amor y túneles de lava y La  Playita, al otro lado del camino, pequeñas lagunas con fantásticos paisajes. Lugares sin duda maravillosos para darse un baño entre iguanas y otros animales o, simplemente, observar el paisaje.

El regreso por la calle Antonio Gil nos deja ver a los surfistas y otros bañistas disfrutando del mar.

Sendero al criadero de Tortugas

Otra de las maravillas de la isla, en Puerto Villamil es la caminata hasta el criadero de tortugas. La entrada al criadero son 10 USD, el sendero lo podéis hacer de forma gratuita.

En la calle Antonio Gil, justo antes de la calle que lleva al criadero de tortugas, comienza un sendero de tablas que lleva entre pequeñas lagunas o pozas hasta el mismo criadero.

El camino serpentea ente manglares, dejando a derecha e izquierda pequeñas lagunas llenas de aves. Se pueden ver flamencos, garzas y otras aves más pequeñas que hacen su vida en este entorno. El camino, una vez desaparecido el manglar, discurre por un paisaje árido, típico de la isla con los cactus llamados Opuntias que, se pueden encontrar en todas las islas.

Paseando por el pueblo frente al restaurante-bar Endemic Turtle, se halla la laguna «Poza de los flamingos». Lugar para el avistamiento de aves, al atardecer es un lugar con mucho encanto.

Laguna en el camino al criadero de tortugas
Lagunas y humedales rumbo al criadero de tortugas

Concha de la Perla

Otra de las excursiones que podemos hacer de forma gratuita y caminando desde Puerto Villamil es hacer snorkel en la Concha de la Perla. Una pequeña piscina natural cerca del puerto.

Un pequeño recorrido de unos 10 minutos desde la plaza del puerto nos lleva al caminito de entrada a Concha de la Perla. Por el camino, hay que sortear a los leones marinos que descansan por doquier, en el camino y entre los manglares. Al llegar, el paisaje es maravilloso pero lo mejor es sumergirse en la piscina natural.

El agua no está fría pero para disfrutar plenamente del buceo es preferible alquilar en el pueblo un traje de neopreno desde 5 USD y un equipo de snorkel desde 3 USD.

Vista de la piscina natural Concha Perla.
Concha de la Perla

Una vez en el agua, el espectáculo está servido. Leones marinos jugando, tortugas descansando o nadando, nadar con las manta rayas águila moteadas con su elegante estilo, pequeños pingüinos veloces, tiburones… En mi opinión, sin lugar a dudas el lugar más bonito de la isla.

Hay que tener cuidado al subir y bajar a la laguna, pequeños peces negros con la cola amarilla, damiselas, pueden morderte, no hacen daño, pero impresiona, son muy territoriales y no les gusta que invadas su espacio.

No podéis dejar de realizar esta actividad en la isla de Isabela, Galápagos. Como veis me impresionó muchísimo.

Kayak al islote de las Tintoreras

Otra de las actividades que merece la pena hacer en la Isla de Isabela, Galápagos, es el kayak a la isla de las Tintoreras. Esta vez hay que pagar y llevar guía. Te proporcionan neopreno, chaleco, snack al terminar y, en nuestro caso, filmación en vídeo. El costo fue 45 USD.

kayaks rumbo a islote de las Tintoreras

Una camioneta te recoge en el hotel donde te alojas para llevarte al punto de partida de la excursión.

El trayecto parte de la playa junto al pantalán del puerto. En la playa, leones marinos descansando alrededor del punto de reunión, a la sombra de un barco varado y entre los manglares. Vemos la salida de uno de ellos del agua que acaba literalmente tirado a la sombra de los manglares.

Las iguanas corren delante de nosotros, huyen del bullicio que generamos mientras nos dan las instrucciones para la navegación, la seguridad y nos ponemos el neopreno.

Una vez pertrechados con nuestros equipos cruzamos el puerto hasta el lugar de comienzo de la actividad de snorkel. Una vez asegurados los kayak y con las aletas puestas vemos avistamos los primeros peces damiselas, peces loro, peces ángel, pez sol, pez globo, pez sargento y otros que no puedo reconocer.

También vemos a las iguanas sumergidas agarradas a las rocas y alimentándose de algas. Las langostas, tímidas, entre las rocas. Tortugas, también comiendo algas o nadando. Podemos ver como un par de ellas tienen lesiones en su caparazón o aletas ¿Problemas con redes y barcos? No sé, no es agradable pensar en ello pero ahí está.

Nadamos con ellas ¡Con qué facilidad, tranquilidad y elegancia se desplazan bajo el agua! Me doy cuenta que ese no es mi hábitat.

Vamos a observar, ahora en superficie, piqueros de patas azules y, los simpáticos pingüinos de galápagos. Una especie endémica de la isla y que tiene el honor de ser la especie de pingüino que vive más al norte, es también de los más pequeños y nada a una velocidad de hasta 35 km por hora. Esta vez, los pingüinos estaban en las rocas, descansando ¡Qué elegancia!

Vista de la playa del Amor en la isla de Isabela, Galápagos con dos iguanas tomando el sol.
Playa del Amor

Para terminar la excursión vamos a buscar tiburones, por el camino, más tortugas y mantas descansando en el fondo. Al llegar a la zona donde descansan metidos en pequeños túneles vemos a más personas buscando. Nada más llegar un gran tiburón sale disparado de uno de los túneles hacia el mar, más abierto, localizamos otros dos pero no podemos verlos bien, son muy rápidos y se ocultan bien.

Ya, de regreso, en 5 minutos estamos en la playa de nuevo.

Después de  quitarnos todo el equipo y vestirnos tomamos un pequeño snack, montamos en la camioneta que nos llevará de nuevo al hotel.

Una fantástica excursión muy recomendable.

Dónde comer

En cuanto a las comidas, desde 6 USD el menú del día, en Iguana Point hasta unos 20 USD o más de carta. Lo que más abunda es la pizza, pescado, albacora o carne de vaca. Existen siempre opciones veganas. El restaurante el cafetal, tiene una pizza con base de plátano. Es un lugar muy agradable en la plaza.

Con unas pizzas espectaculares el Endemic Turtle Resto-Bar en una calle perpendicular al mar pasada la plaza hacia el Muro de las Lágrimas.

Imagen de la playa desde la terraza de un bar restaurante en la playa de Puerto Villamil
Bar restaurante en la playa de Puerto Villamil

Junto al mar,  menú  y restaurantes varios. Toda la comida es similar.

No pudimos ir al bar de Beto, famoso por su ambiente. Estaba cerrado, ya os dije en el post de «Galápagos, Santa Cruz» que era temporada baja. Había muchas cosas cerradas o bajo mínimos.

Alojamiento

Hay muchos hoteles y hostales en la isla de Isabela, Galápagos. Ninguno está lejos del centro

El alojamiento, sin ser de lujo, estuvo muy bien, el Grupo San Vicente, tiene varios alojamientos de diferente categoría. Nosotros estuvimos en un apartamento equipado con cocina y con una habitación y capacidad para unas 5 personas, solo estuvimos 3 y nos costó 191 USD, 3 noches.

A la vuelta hay que madrugar la lancha a Santa Cruz sale a las 6:00 am. La camioneta nos costó 6 USD, la reservamos en el hotel. Tras dos horas de viaje volvimos a Isla de Santa Cruz.

No pudimos ir a los Túneles, una excursión que todo el mundo nos había recomendado. El agua estaba turbia y la visibilidad muy reducida. Una pena, para la próxima ocasión.

¡Seguro que volvemos!

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