Cascadas del Río Pita, disfrutando del agua en Quito
Esta ruta a Las cascadas del río Pita es una de las excursiones más agradecidas y cercanas a Quito. A tan solo 45 minutos de Quito se puede disfrutar de un buen baño y unos paisajes de vértigo. Nunca mejor dicho.
Las cascadas se suceden a lo largo del curso del rio. Lugares de baño y paseo muy agradables a través de fincas privadas para las que habitualmente hay que pedir permiso. Con sólo un poco de consideración y respeto hacia los dueños de las fincas no hay ningún problema. Eso sí, hay que dejar todo como estaba antes de pasar por ahí.
Cómo llegar
Para llegar, tenemos dos opciones. Desde Sangolquí podemos ir desde el barrio de Cashapamba tomando la calle Jamil Mahuad hasta la cascada Vilatuna por la Pa J5. Es una finca privada en la que hay que pedir permiso (a la derecha de una puerta de metal).
O por el otro margen del río también por el barrio de Cashapamba, por la calle Antonio Tandazo, podemos dejar el coche en cualquiera de los complejos o fincas hasta las Cascadas de Rumibosque. Hay que acordarse de pedir permiso.
También hay camionetas que por un pequeño precio os pueden acercar a los complejos desde Sangolquí. Se puede llegar a las cascadas más concurridas en coche, suele haber un parquin en la parte alta.
La ruta de las cascadas del río Pita
La ruta que hoy os presento es una ruta poco transitada hasta llegar a una de las cascadas más turísticas de esta zona, la cascada de Rumibosque. Es una ruta circular para todos los públicos y con posibilidad de darse un buen chapuzón en las aguas fresquitas que bajan de las cascadas del río Pita.
Unos 10 kilómetros en total nos llevan por el curso del río Pita a través de pastos para ganado.
Comenzamos la ruta en un puente en una hacienda privada. Hay una puerta que normalmente está abierta. A la vuelta estaba cerrada, tuvimos que hablar con una persona, en una hacienda a la derecha, antes de pasar la puerta que tenía las llaves. Conviene hablar con el antes de seguir el camino. Existe otra alternativa, luego os la cuento.
Dejamos el coche pasado un puente. Comenzamos nuestro camino por la margen derecha. Un camino bien marcado y habilitado para el paso de vehículos nos guía a través de los primeros metros hacia la primera de las cascadas, a la derecha. Unas vacas pastan a nuestro lado.
Seguimos, caballos, más vacas otra vez caballos nos observan desde las praderas que dejamos a los lados. Al final una pequeña casa con unos perros amenazantes marcan el siguiente tramo. Rodeamos la casa, al final del camino y seguimos abriendo y cerrando puertas para el paso de ganado. Las dejamos como estaban siempre.
Cuando llevamos unos 3 kilómetros, un pequeño obstáculo. Tenemos que pasar un pequeño torrente para lo que debemos remangarnos los pantalones y quitarnos el calzado. Pasamos y seguimos por el mismo lado del río.
Un poco más adelante, oímos bullicio. Llegan otros turistas que han llegado en coche hasta las cascadas más concurridas y bajan por unas escaleras desde los farallones del lado izquierdo del río. Aquí debemos cruzar el río otra vez, en esta ocasión, hay opción de saltar por las piedras. Una vez a otro lado del río se abre paso la civilización, puentes, restos de hogueras y mucha gente haciendo fotos, comiendo de picnic o parrilla y admirando las cascadas.
Después de las consiguientes fotos en la penúltima cascada de nuestro paseo, seguimos por el río, siempre por caminos bien marcados por el margen derecho del río, hasta la última cascada que vamos a visitar.
Para hacer la ruta circular, debemos subir por las escaleras que dan acceso a la cascada desde el complejo turístico Rumibosque. 2 USD por persona. Hay otras escaleras un poco antes que suben a otro complejo turístico pero desconozco el coste.
Las personas que llegan al espacio que rodea la cascada de Rumibosque acampan, hacen parrilladas y se bañan en el río. La cascada cae con mucha fuerza por lo que es peligroso ponerse debajo.
Las escaleras son bastante empinadas. En el primer tramo encontramos una zona de salto para los más intrépidos. El desnivel de la ruta se hace pronunciado pero al final de las escaleras, un chiringuito ofrece helados, fruta y agua. Aún queda algo de desnivel por superar.
Durante la subida se pueden observar una pozas de agua muy apetecibles para el baño, si aguantáis el agua fresquita.
Después de recuperar fuerzas seguimos hacia el complejo propietario de las escaleras situado en la parte superior. Ya queda poco para ir de regreso. Durante la subida, tirolinas pasan por encima de nosotros.
Una vez arriba, un pequeño puesto de comidas y un parquin. Tras el parquin un camino de tierra muy transitado por los vehículos que se acercan al complejo nos lleva hasta el lugar donde empezamos.
Tras unos dos kilómetros llegamos a una finca, a la que hay que pedir permiso para bajar al río, donde se encuentra nuestro coche. La señora Andrea fue muy amable, nos dio permiso para pasar. Este punto es la alternativa para dejar el coche que os he comentado antes. Aunque al ser circular, ya podéis imaginar que podemos hacerlo desde cualquier punto y en los dos sentidos. De esta manera, os evitaréis el problema de tener que ir a por la llave del candado que cierra la puerta del camino.
Las haciendas y propiedades hay que respetarlas, es mejor pedir permiso a que te llamen la atención. En algunas no encontraréis al propietario, aún así, intentad ser lo más respetuosos posible tanto con las personas como con los animales. Y dejad todo como está.
Os dejo el link de wikiloc de donde saqué la ruta para la excursión. Agradezco desde aquí a Alan Stobie quién subió el track: Enlace al track de las casacadas del Río Pita
El río Pita tiene un montón de cascadas. Estas son una muestra, probablemente de las más famosas pero hay muchas más siguiendo la Avda Atahualpa podemos llegar a la gran Cascada del Río Pita, el Sendero de las Cascadas, la cascada Condor Machay, Gemelas… Un sinfín de paseos para disfrutar del agua y la naturaleza que lo rodea. Buenas opciones para pasar un buen día.
Indispensable llevar agua para beber, repelente de insectos, crema de sol y bañador.
Dónde Comer
Para comer, mi recomendación: Lucky Grill, en Sangolquí. Comimos costillas, una especialidad de la casa con un salsa maple riquísimas; hamburguesas que no lo son; y pollo con salsa de champiñones muy rico también, servido dentro de un pan integral a modo de relleno. 20USD; por persona con la bebida incluida. Un lugar muy recomendable si estáis por la zona, con un buen jardín y una tienda de antigüedades. Bonito y peculiar.