Avistamiento de ballenas en Puerto López
El avistamiento de ballenas en Puerto López, en la región de Manabí, son una experiencia de lo más impactante que puedes hacer en esta región de Ecuador, aunque no sólo se puede disfrutar de la vista de estos grandes mamíferos. En este post te cuento qué más puedes ver en tu viaje ¡Disfrútalo!
Cómo llegar
Ocho horas de viaje en coche separan Quito del avistamiento de ballenas en Puerto López. Población dentro de la Ruta del Spondylus . Aunque la distancia no es muy larga. Una dura jornada de viaje debido al tráfico de la carretera. Existen alternativas, por ejemplo ir en avión hasta Manta o Guayaquil y después conducir hasta Puerto López. El viaje es mucho más tranquilo pero dura más o menos lo mismo con el desplazamiento y la espera en el aeropuerto. En autobús son 11 horas. Ahí lo dejo.
Nuestro viaje fue en coche y la ida no se hizo muy pesada, aunque paramos a comer y comprar coco loco, una bebida artesanal que se prepara introduciendo en un coco algún licor destilado a partir de caña, ron en coctelería, a veces se combina con otros licores. Después el coco se entierra y se deja macerar un tiempo.
La vuelta, en cambio, fue bastante dura, el tráfico fue espantoso y tardamos 12 horas en regresar con paradas incluidas: Echar gasolina, comer, cambios de conductor y compra de alfarería.
La próxima vez que vaya al avistamiento de ballenas a Puerto López seguro que escojo otro medio diferente.
Puerto López
Puerto López está situado en la Ruta del Spondylus, a una hora hacia el norte de Montañita. Tiene algunos atractivos que lo hacen un destino vacacional de primer orden en Ecuador, aunque no tiene nada que ver con los destinos turísticos en España o el Mediterráneo.
El primero de ellos es el avistamiento de ballenas. Es un espectáculo ver como esos animales salen una y otra vez del agua a respirar, a veces con sus crías, enseñándoles a respirar y otras cosas de ballenas, supongo. No vi saltar a ninguna, eso es parte del cortejo y pienso que será en otras fechas. Lo que si pude observar es como salen y nadan en la superficie con sus crías.
Lo que no me gustó fue los barcos que las acosan, incluido en el que yo viajaba. Cuando lo vi, me decepcionó bastante. Pensaba que el barco iba a quedarse en la zona en las que ellas habitan con el motor parado, balanceándose en el mar. Nada más lejos de la realidad, cuando asoma una de estas ballenas los barcos la rodean para verla. Si sale más lejos todos se dirigen hacia allí a toda máquina. No sé ¿Os resultaría cómodo ser acosados de esa manera?
Los viajes están regulados, el costo para ver las ballenas en Puerto López es de 25 USD con una duración de unas 2 horas y 30 minutos, te aseguran el avistamiento y te llevan a hacer snorkel. Existe también una excursión a la Isla de la Plata que dura de 9 am a 4 pm, aquí se ven ballenas, piqueros de patas azules y algún animal más, además de hacer snorkel. 40 USD y dura todo el día.
Atractivos de Puerto López
El siguiente argumento para hacer de Puerto López un destino turístico importante es la gastronomía. La cocina Manabí es famosa en todo el país. Nosotros tuvimos la ocasión de comer rico y fresco pescado frito y a la plancha, en ceviche y a la plancha. El pescado, inmejorable. La comida Manabita no sé si la encontré.
Otro de los atractivos es la playa, una playa extensa unos cuatro kilómetros de arena fina. Una temperatura del agua muy agradable y con unas olas no muy grandes. No es interesante para la práctica del surf. Para el baño, ideal, el agua está clara y no está fría.
La playa está dividida en tres tramos. Junto a un puente, el muelle turístico, de donde parten los barcos para el avistamiento de ballenas en Puerto López, marca el final del primer tramo. El barrio de San Jacinto, que va desde la punta de la bahía donde hay un restaurante, un hostal y una escuela de buceo, hasta este muelle.
El segundo tramo va desde el muelle hasta el final del pueblo, donde otro puente marca el límite con el último tramo. Este tramo de la playa coincide con el mercado de pescado, el puerto o donde los pescadores dejan sus barcas, los restaurantes, bares, chiringuitos, hamacas para la playa y demás.
En el malecón o paseo marítimo la gente pasea entre un bullicioso enjambre de locales y relaciones públicas que buscan desesperadamente clientes para ofrecerles algo de comer, de beber, música para bailar o vender todo tipo de productos playeros. Nada que envidiar al bullicio de las playas españolas. Eso sí. Siempre al estilo de Ecuador.
El último tramo es el más largo de los tres, mucho más tranquilo con apenas media docena de hoteles y algunas personas paseando.
El Parque Nacional de Machalilla
Otro atractivo de Puerto López es El Parque Nacional de Machalilla es una de las áreas protegidas más extensas de la costa ecuatoriana. Tiene grandes atractivos paisajísticos y culturales. La playa de Los Frailes es uno de sus atractivos más conocidos. En este viaje no pudimos verla, la cola para entrar era enorme. Hay que madrugar para verla y disfrutarla.
Se puede entrar en coche, andando o en motocarro por 1 USD. Hay un aforo limitado por lo que no nos podemos relajar para la entrada. Nosotros lo hicimos y nos quedamos sin entrar.
Entre la playa de Los Frailes y Puerto López esta la Comunidad de Agua Blanca. El ingreso cuesta 5 USD e incluye una pequeña visita guiada que dura unas 2 horas con la entrada al museo y baño en una pequeña laguna sulfurosa de barro negro.
En esta comunidad no había que esperar para la entrada así que fuimos a verla. Un guía nos enseño ruinas de la antigua civilización Manteña. Unas urnas funerarias y unas piedras que al parecer eran la base de antiguas construcciones (600) son todo lo que queda de este asentamiento.
El guía nos lleva siguiendo el cauce del rio, rodeados de cabras. Nos va mostrando la flora del lugar y también los productos agrícolas que cultivan para el mantenimiento de la comunidad. Plátanos, papayas, nonis…
Lo que más me llamó la atención fue el aspecto de los árboles de la zona, parecían estar secos, como si una enfermedad se hubiera cebado con ellos. Siempre había pensado que en ecuador todas las plantas mantenían sus hojas verdes, siempre verdes. Pues no. El bosque seco está lleno de árboles caducifolios. De ahí su nombre y ese aspecto seco y desolador. Aunque de vez en cuando podemos ver algunos árboles con bonitas flores amarillas o rojas.
El árbol denominado ceiba, el más grande del bosque seco. Este árbol según nos contó el guía, al perder sus hojas impide que la humedad se pierda y sus raíces estén húmedas. Además parece que acumula el agua para la época seca.
Bueno, os dejo el enlace a una leyenda sobre el ceibo.
Siguiendo con el tour, al final del paseo, una laguna de aguas negras por el barro y sulfurosas. Son las delicias de muchas personas que se embadurnan con el barro negro de la laguna. Hay zonas para el masaje y para la venta de productos derivados del palo santo y otras plantas.
Desde aquí para finalizar el tour, una visita al museo. En el museo algunas de las piezas encontradas en las excavaciones del yacimiento del que os he hablado. Ahora, paralizado por falta de ¿Financiación? ¿Gestión? No sé.
Parece ser que la cultura Manteña (precolombina) comerciaba por gran parte del Ecuador cambiando conchas spondylus, muy apreciadas en aquella época, por otros objetos. Para el que quiera investigar un poco más aquí un enlace: Enlace a la cultura Manteña.
Jipijapa
A la vuelta, fuimos a desayunar a Jipijapa, La Sultana del Café y famosa por sus sombreros de paja o Panamá ¡Qué decepción!
Resulta que ya no se cultiva el café, al parecer una plaga acabó con las plantaciones y los agricultores abandonaron la producción para irse a Guayaquil y otras ciudades más prósperas ¿Os suena?
En cuanto a los sombreros, solo queda uno, un edificio en la plaza tiene su tejado con forma de sombrero. Es el único que queda. Toda la producción se ha trasladado a Montecristi, parece ser el único lugar donde se puede ver cómo, los artesanos, hacen esos famosos sombreros y cómpraselos directamente, sin intermediarios.
Lo que más me impresionó en Jipijapa fue la cantidad de construcciones porticadas. Creo que Bolonia en Italia se considera la ciudad con más pórticos del mundo, Jipijapa debe estar cerquita. Cada calle, cada casa tiene su pórtico.
11 horas más tarde, llegamos de vuelta a Quito, un palizón de coche con tráfico muy denso.
Donde Comer
Hasta aquí el viaje del fin de semana. Después de la visita a la comunidad de Agua Blanca fuimos a comer cerca de donde parten los barcos para el avistamiento de ballenas en Puerto López, junto al muelle turístico. Restaurante Brisa Marina. Un pescado, camotillo, fresco riquísimo y un ceviche de camarón también muy bueno. 40 USD más o menos 4 personas.
El día anterior, cenamos en el barrio de San Jacinto, el restaurante Sabor Español regentado por María y Vicente. Fue una grata sorpresa, el mejor pescado que he probado en Ecuador. Preparado en su punto. Repetimos el plato. Comimos también percebes (wow, cómo estaban los percebes) y papas bravas. 20 USD por cabeza bebida incluida (Sangría, como no). Nos gustó tanto que fuimos otro día a comer paella, jamón y más percebes. Gracias María, gracias Vicente, gracias por vuestra amable acogida. Os dejo su Instagram @saborespanol
La sobremesa la pasamos en Casa Madame, un hostel, bar restaurante dónde un camarero muy simpático nos sirvió unos cafés y cócteles muy ricos.
Nos alojamos en el hotel Nantu en el tercer tramo del malecón 40 USD por habitación doble la noche. Habitaciones sencillas. Una zona tranquila. El restaurante tiene una pizza muy buena, artesanal alrededor de 10 USD. El resto de la carta tenía muy buena pinta también.
A la vuelta como ya os comenté, desayunamos en Jipijapa, en la cafetería Jei Four un desayuno estupendo a base de sándwich y avena con yogur. El café es de una de las pocas plantaciones que quedan en la zona. Riquísimo. Justifica el porqué Jipijapa gano el apelativo de La Sultana del Café. 6 USD por persona, más o menos.
Bueno, aunque el tiempo no nos acompañó en esta ocasión, es una gran excusa para volver y disfrutar de las ballenas y Puerto López.
Dejaremos los piqueros para el viaje a las Galápagos
Por supuesto ¡Qué ganas de ir!