Un viaje de 2 días desde Quito al Oriente y Baños.
Aprovechando la visita de unos amigos viajeros hemos decidido, después de hacer un tour por Mindo, acercarnos desde Quito y durante 2 días al Oriente y baños.
Desde Quito al Oriente. Comienza el viaje.
Iniciamos este viaje de 2 días desde Quito al Oriente y Baños comenzó temprano, a las 6:30 de la mañana salimos de Quito hacia Misahuallí, en Tena, en el Oriente. Deseaban ver la selva y tenían poco tiempo. Al día siguiente de esta breve ruta volvían a España.
Por el camino pasamos por las termas de Papallacta , donde podéis parar si hacéis el recorrido al revés, primero a Baños de Agua Santa y luego a Misahuallí. Y, por supuesto, una parada en Doña Susi cerca de Archidona.
Sobre las 10:30 de la mañana llegamos a Misahuallí, nuestra base de operaciones para el primer día de nuestra ruta.
Oriente: Misahuallí
Mis amigos estaban interesados en conocer una comunidad, hablar con las personas que allí viven y ver sus costumbres y sabiduría. En Misahuallí, en la playa fluvial donde los monos hacen de las suyas, las barcas se alinean en la orilla.
Se ofrecen una serie de excursiones que están reguladas por la cooperativa de barqueros y agentes de viajes de la población. Todos los trayectos cuestan lo mismo sea cual sea la persona con la que lo contratas.
Los precios de estas excursiones varían entre 20 USD y 100 USD por barca, dependiendo de las diferentes actividades que quieres hacer visita al museo, a la comunidad, paseo por la selva, reserva de animales y poco más. Cada agente te lleva a una comunidad u otra. El resto es lo mismo, plantas, trampas y bailes.
Lo que alquilas son las barcas durante un tiempo determinado para todas las personas que caben en la barca. Cuidado con los extras no te avisan de que debes pagar en cada sitio al que vas. Qué te dejen claro lo que te costará al final.
Nosotros escogimos la opción de 60 USD que incluía visita al museo y a la comunidad. Al final fueron 80 USD. La visita al museo fue interesante, nos enseñaron plantas medicinales y usadas por los chamanes para curar a los habitantes de las comunidades. El acceso a los medicamentos no es fácil ni barato en Ecuador, menos en las comunidades aisladas de la selva.
Byron fue el guía del museo, donde, a toda prisa, pasamos de las plantas a las piedras “vivas” y herramientas y trampas que usaban las personas de la comunidad. El coste 10 USD añadidos a los 60 iniciales. Nos explicaron cómo se elabora el chocolate y pasamos a la tienda de artesanía y medicinas naturales, hechas con las hierbas que habíamos visto. Probamos una contra la sinusitis que nos hizo saltar del sitio ¡Qué fuerte!
Seguidamente volvimos a la barca para llegar a la comunidad, el circo, se me mueve por dentro todo el cuerpo cada vez que veo a las niñas haciendo danzas absurdas para los turistas que estamos allí. Deberíamos concienciarnos de que los niños no deben trabajar.
Bueno. Pagamos otros 10 USD por asistir a ese penoso espectáculo. Además tuve que bailar con ellas, no sabéis el esfuerzo que tuve que hacer.
Por añadidura, después de explicarnos las formas de una piedra, para ellos importante, que me recordó las figuras de todas las cuevas del mundo. En este caso eran formas de animales.
Hablando de animales, otra atracción que deberían dejar de hacer, fotos con animales, guacamayos, monos, serpientes… Te los ponen encima para que te hagas una foto 1 USD por animal. Un no es un espectáculo que me guste enseñar pero a mis amigos y a los turistas que allí llegan les encanta.
Vuelta a Misahuallí en la barca. La excursión duró 2:30. Una vez hechas las fotos de rigor y viendo disfrutar a los bañistas en el Napo volvimos al coche para buscar un sitio para comer de camino a Puyo, al mirador de Indichuris.
Continuamos con nuestro viaje de 2 días desde Quito al Oriente y Baños después de comer en un paradero de la carretera cerca de Puyo. Nos dirigimos al mirador de Indichuris, pasando por diferentes comunidades que también se pueden visitar con el mismo esquema.
Subiendo por un camino algo empinado llegamos al mirador. Un bar, unas hamacas y un columpio espectacular con unas maravillosas vistas al río Pastaza. Merece la pena ver el atardecer desde el mirador.
El mirador de Indichuris es un espectáculo paisajístico. Al llegar pagas los 3 USD por el parking. Diferentes cuevas cavadas en la montaña que servían, según una de las trabajadoras del lugar, a las mujeres y niños para escapar de sus agresores. Hay también formas grabadas en la roca y columpios para los niños.
Si tenéis valor podéis probar el columpio. Las fotos son espectaculares y todo está preparado para que los amantes de la fotografía disfruten de lo lindo.
Una vez visto el espectáculo decidimos volver hacia Baños de Agua Santa, acercamos a Puyo o “dimos un empujón”, como dicen por aquí, a Paccha una artesana vendía collares y otras cosas hechas por ella y había perdido del autobús. Un placer conocerla y ayudarla.
Baños de Agua Santa.
Llegamos del Oriente a Baños de Agua Santa a tiempo para cenar. Era domingo y el ambiente no era mucho pero había una buena atmósfera.
Una vez alojados en La casa amarilla, un hostal para mochileros bastante apañado (25 USD habitación doble con baño) salimos a cenar. Una pizza y camarones nos revitalizaron lo suficiente para tomar una copilla después por la zona de marcha de Baños.
Al día siguiente no madrugamos mucho. Fuimos al Pailón del Diablo. Hicimos las paradas de rigor en las cascadas aunque mis amigos no quisieron viajar en tarabita ni en la tirolina (cannopyng) más larga de Ecuador.
Esta vez entramos al Pailón del Diablo desde la parte de arriba. 2 USD por persona por el día. Por la noche 4 USD para ver la cascada iluminada. Si tienes oportunidad es una vista estupenda.
Después de un paseo junto al río, en unos 15 minutos, a través de pasarelas llegamos a la cascada, aquí el mirador está a mitad de cascada, impresionante. Si no os queréis mojar esta ruta es la mejor. Las vistas, espectaculares. Se ve todo el cañón desde la parte de arriba.
Una vez hecho el posado para las fotos y vídeos retornamos por el mismo camino para retomar nuestra ruta hasta La Casa del Árbol.
Una vez en Baños, subimos por la estrecha carretera hasta los complejos turísticos que se amontonan en la parte superior de la montaña. Animales, columpios y otras atracciones varias se suceden sin parar.
Nuestro objetivo es La Casa del Árbol. Al llegar al restaurante “Torre al Cielo” tomamos un canelazo, muy bueno, esperando que la nube que subía del valle nos permitiera ver un bonito paisaje con el volcán Tungurahua presidiendo la vista.
En La Casa del Árbol (1 USD) una serie de columpios, tirolinas, jardines, un restaurante y, por supuesto, La Casa del Árbol con dos columpios para disfrutar balanceándose del paisaje. Que por cierto, es mejor por la mañana temprano, las nubes están bajas y no han empezado a subir.
Terminada la visita, de vuelta para Quito. Lluvia y más lluvia hasta llegar que nos privaron de la vista de los volcanes. Paramos para descansar y tomar algo en un paradero del camino.
Y aquí termina nuestra ruta de 2 días de viaje desde Quito al Oriente y Baños.